lunes, 7 de noviembre de 2016

Sobre aniversario de nacimiento y muerte (Rozz Williams)

Lo desesperante respecto a estos días (en torno a los aniversarios de nacimiento y luctuoso de Rozz -ayer, lo sé-)no es la cantidad de personas que, recordándolo, difunden su obra a pesar de que algunos de ellos no estén hondamente familiarizados con ella; no lo es tampoco, desdeñando lo que digan unos cuantos crasos e insulsos racionales, el que haya quienes escriban algunas palabras en su honor y quienes deploren su muerte como cosa personal. Lo verdaderamente indignante es que existan necios que, incapaces de comprender el porqué de la compenetración y las avenencias, tilden esto de ridículo; que haya también hipócritas sólo siguiendo la corriente, y peor aún, que otros pobres diablos se lo tomen desde el enfoque más sencillo y vulgar, utilizando las ordinarias frases de rigor como si se tratara de algun burdo y corriente jornalero en cuyo funeral por acaso fueron a parar. Y uno tiene que sufrir el encontrarse con aún mayores filisteos predicantes, que tienen el desparpajo de publicar los más prosaicos artículos domésticos sobre prevención del suicidio y demás ofensiva bagatela. Rozz era un artista, y cualquiera que sea lo suficiente para comprender su arte (o incluso si no lo son) podría perfectamente discernir en el leerle, el escucharle e incluso solamente en el verle, que él estaba embebido en un perfume mortuorio. Durante su vida, hizo lo que deseaba y necesitaba, y el suicidio no debe entenderse por motivos diferentes. Terminar con la propia vida en el modo y momento que se necesite o se quiera es simultáneamente un derecho y un privilegio. No quiero decir que su muerte no sea lamentable: la pérdida de un ser bello y extraordinario es siempre profundamente aciago... sin embargo, esto fue lo que él escogió, y no hubiera podido ser de otra forma. Hizo aquello a lo que era impelido por su propia naturaleza, lo que le correspondía como el artista desarraigado y sombrío que era... y del mismo modo, no sólo le corresponde, si no que merece ser recordado extraordinario, hermoso, talentoso y trágico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario